Nuestro café proviene de las altas montañas en el corazón del eje cafetero, donde suelos fértiles se combinan con la mejor oferta ambiental para permitir que cada árbol de café reciba lo mejor de la madre naturaleza. Las fincas están ubicadas por encima de los 1.650 m. s. n. m, esto permite que el fruto desarrolle las mejores características de calidad. La recolección selectiva y la clasificación posterior de los frutos facilitan obtener el nivel óptimo de maduración. Cada diseño de café que producimos, tiene su propio estilo de fermentación y de secado. Lo invitamos a vivir esta experiencia única llena de aromas y sabores, para alimentar el alma, agradecer por la vida y valorar el esfuerzo que realizan nuestras familias caficultoras, un tributo a nuestra tradición cafetera.